...a veces hay que dejar que los acontecimientos y situaciones marquen el ritmo de tu vida y te inspiren. Ayer, por casualidades de la vida, y mientras conducía descubri una visión que me impresionó. No se explicar, como, hay imagenes que te sobrepasan tan tanto que sabes que jamas olvidaras, visiones que para cualquier otra persona podrían pasar desapercibidas pero para ti en ese momento, con tus sensaciones, logras retener en la mente y mantenerlas inalterables. La grandiosidad de semejante mole de nieve a escasos kilometros de mi, cubriendo toda la panoramica, me dejo tan impresionada que ni pense en parar y fotografiar, solo retener en la mente, porque extrañamente quizas la mente no olvida y las fotos se pierden.
Las comparaciones son odiosas, y por eso se que es imposible marcar diferencias, ayer la visión tenía 1300 metros de altura y el Aconcagua tiene 6900 metros, se que quizas verlo me impresionaría, pero también se que las sensaciones no serían las mismas. Me considero una persona que adora el lugar en el que vive y, a pesar de que me encanta descubrir lugares nuevos, el descubrimiento de una visión, un lugar, una sola imagen nueva en mi tierra, crea un lazo casi posesivo de esa imagen y la hace casi mia.
Se que el desvarío emocional del tema de hoy es un tanto confuso, pero me apetecía hacer una reflexión más profunda del viaje y lo que me encontraré alli. Haciendo un viaje como este, se que descubrirémos lugares nuevos, desgraciadamente el Aconcagua no estara entre ellos, pero igualmente nos soprenderemos y fliparemos con lo que venga. Por eso es imposible comparar, y las sensaciones naceran por si solas.
Porque en el fondo, la vida es como un viaje a Argentina, o como diria Forest Gump, la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar...(espero que jamas me toque el de licor puaggg).
No hay comentarios:
Publicar un comentario